EL ÚLTIMO ALIENTO DEL SECTOR PAPERO
La problemática que enfrentan los papicultores colombianos, se deriva de varios factores que han perjudicado la actividad económica y productiva de cerca de 100 mil familias campesinas, dedicadas a esta producción agraria en el país.
Dentro de este contexto, según el ministerio de agricultura la producción y siembra de papa en Colombia, se realiza en 10 departamentos, siendo los más destacados:
Cundinamarca (37%)
Boyacá (27%)
Nariño (20%)
Antioquia. (9%)
Estas zonas productoras de papa representan el 90% de áreas sembradas en todo el territorio nacional, destacándose así, este insumo como uno de los alimentos más importantes en la dieta de los colombianos.
Por otra parte, la producción de papa ha ido aumentando en los últimos años un 8%, obteniendo para el año 2018 cerca 2 millones 782 mil toneladas, con áreas de 130 mil 176 hectáreas (Ha). Asimismo para el año 2019 la producción de este insumo disminuyó debido a los cambios climáticos que afectan el cultivo, registrando para este periodo cerca de 2 millones 701 mil toneladas de papa, en áreas sembradas de 127 mil hectáreas (Ha).
S.O.S EN SECTOR PAPERO DE COLOMBIA
Registrando el panorama del sector papero en el país, vale la pena resaltar los factores que han intervenido para hacer un llamado de S.O.S ( Save our Souls) al gobierno nacional.
De esta manera, Luis Ernesto Gómez productor papero en el municipio de la Calera, afirma que el principal factor que ha dejado en quiebra absoluta a millones de familias agricultoras de papa, ha sido el bajo precio de sus insumos, los cuales no alcanzan a cubrir los costos de producción que oscilan entre 30 Mil y 45 Mil pesos por bulto de carga.
Esto quiere decir que la actividad económica de un productor de papa se está perdiendo por más de un 80 %, debido a que al momento de cosechar, los costos por cada bulto de papa son de aproximadamente 10 Mil pesos.
EL TLC: UN TRATADO INECESARIO
Por otra parte, otros de los factores que ha venido perjudicando el trabajo arduo de los papicultores colombianos, quienes tienen una jornada laboral de 7 de la mañana a 5 de la tarde, son los tratados de libre comercio (TLC) con países como Alemania, Bélgica y Holanda, los cuales han tenido a una gran participación en la importación de papa, y que en el caso de Bélgica buscan mercados en países latinoamericanos para comercializar cerca 1 millón de toneladas de este insumo.
